MINICRUCEROS BARATOS POR EL DUERO
Los cruceros fluviales de varios días por el Duero son carillos y los precios están adaptados a la clientela británica, con mucho más poder adquisitivo que nosotros. No obstante, tenemos la oportunidad de hacer un viaje de poco más de una hora por 14 euros con salida en la población portuguesa de Miranda do Douro. La visita culmina con una exhibición a cargo de un buho real y una invitación a una copita de Porto.
En lugar de limitarse a cargar gente y dar el paseo, se trata de una visita guiada con temática medioambiental. Estamos en los Arribes del Duero y aquí el río va encajonado en un cañón espectacular, con altísimas paredes verticales. El Duero es así, lo ves en Soria y en Zamora y no impresiona tanto pero aquí ya llama la atención y en Porto no digamos. En este lugar es frontera natural entre España y Portugal.
Miranda do Douro es una población muy pequeña pero con título de ciudad y el empaque se nota a primera vista. La mayor parte de españoles que visitan Miranda lo hacen atraidos por las compras en el excelente comercio local, muy especializado en sector textil y de mobiliario. Tienen hasta catedral y todo. La ciudad brilla con luz propia porque hay un aire monumental muy distinguido. Miranda es también la única ciudad de Portugal con una lengua cooficial con el portugués, el mirandés, pariente cercano del asturiano. Aquí lo típico es comer la posta mirandesa, un plato consistente en una enorme ración de carne de ternera que se corta con cuchillo de postre de lo suave que está. Los precios bajan conforme nos alejemos de la zona más turística.
Como las comunicaciones de Miranda con el resto del país son complicadas, los naturales de la ciudad siempre han tenido a España como referencia para asuntos sanitarios y comerciales, ya que se llega a Zamora capital en menos de cuarenta minutos. La ubicación de la ciudad hace que tenga más visitantes españoles que portugueses y creo que merece la pena acercarse si tenemos la ocasión, aunque no coge de ruta hacia ningua parte. Tampoco es que compense pernoctar, pero sí pasar unas horas en la ciudad. Por cierto que la Pousada se halla reconvertida en Estalagem, lo que viene a ser como un hostal pero con cierto nivel. Aunque la oficina de turismo está magníficamente atendida, el caracter de las gentes de la zona es más bien seco y discreto, de modo que no parece que estemos en Portugal excepto por la conservación del patrimonio histórico.
En cuanto a los cruceros, hay uno diario a las 5 de la tarde y otro más a las 12 los sábados, domingos y festivos, además de durante todo el mes de agosto.
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