LAS PASARELAS DEL RÍO AROUCA. DEMASIADO ÉXITO Y AHORA CERRADAS POR INCENDIO.
Por lo visto alguien tuvo la genial idea de crear un recorrido a lo largo de los tramos más hermosos del río Paiva, de gran valor ecológico y ambiental, entre dos playas fluviales. Se construyeron pasarelas de madera y hasta un puente colgante. Quedó precioso. Lo malo es que el éxito desbordó todas las previsiones hasta límites inimaginables. Ha habido picos de diez mil personas diarias haciendo la ruta de ocho kilómetros que lleva casi tres horas de paseo en cada sentido. Obviamente los accesos no pudieron con tal avalancha de gente y los colapsos circulatorios en los puntos de partida fueron la norma. Por cierto que aquí ocurre como en la famosa Ruta del Cares, ya que no hay lugares intermedios en los que ir al servicio ni tomar algo. Claro en para la Ruta del Cares hay buses que te llevan al inicio y te recogen en destino.
Naturalmente, la nueva ruta turística deja beneficios en la zona, pero poca cosa para el follón que se arma y que perjudica la movilidad de la población local.
Actualmente las pasarelas del río Paiva se encuentran cerradas temporalmente a causa de un incendio que destruyó casi un kilómetro de infraestructura.
De cara a la reapertura, se contempla la posibilidad de limitar el cupo de accesos diarios por debajo de las cuatro mil personas, lo que parece bastante lógico. Incluso se considera la conveniencia de cobrar entrada, que sería lo más razonable para contribuir a la conservación del entorno.
La ruta entre Espiunca y Areinho tiene pésimos accesos por los dos extremos y se halla en una zona de orografía muy complicada con escasos servicios de alojamiento y restauración. Desde Oporto se llega en poco más de una hora por una carretera con muchas curvas.
Ahora lo que se impone es un parking disuasorio en las proximidades con transporte en autobús hasta el inicio de la ruta y recogida en destino, todo ello de pago y para beneficio de la población de la zona, que no se va a limitar a asistir al apocalípsis y a la histeria colectiva en busca de diversión gratuita.
Insisto, de momento la atracción está cerrada al público y probablemente merezca la pena, ya que tanta gente no puede estar equivocada, pero cuando reabran habrá que plantearse seriamente si merece la pena ir a disfrutar de la naturaleza con tanto jaleo.
La web oficial la tenemos en http://www.passadicosdopaiva.pt/es