NO TE MOLESTES EN INTENTARLO. EN PORTUGAL NO HAY FANTA DE LIMÓN.
Basta con cruzar una frontera para que nos encontremos con curiosos cambios culturales. A veces en una distancia de un kilómetro conviven dos universos que también pueden entrecruzarse.
Si ya existe una España que bebe Kas y otra que toma Fanta, los portugueses no conocen la marca Kas ni la Fanta de limón. En cambio si que tienen algunas especialidades inexistentes en nuestro país, como la Fanta de Maracuyá o la de piña (ananas). Si te apetece probarlas, las tienes en los bares y puedes encontrarlas en la mayor parte de supermercados.
Hubo un tiempo en el que Portugal solo conocía la Fanta de naranja, por lo que era extremadamente redundante pedirla con ese sabor, ya que era el único posible. Los españoles pedíamos algo que sonaba como "Coca cola de cola". Para mayor tranquilidad de los bebedores de refrescos, sí hay Schweppes de naranja y limón para lo que haga falta. Eso sí, para pedir una tónica hay que enunciar "agua tónica".
Lo que sí es especialmente de agradecer es que en la hostelería portuguesa se usen mayoritariamente botellas de refresco con un quinto de litro o incluso un cuarto, en contraste con el diminuto tamaño español de un octavo de litro. Tampoco es infrecuente que nos sirvan una lata con un tercio de litro, que no será tan elegante como la botella pero sí muy saciante. En contrapartida, Portugal comercializa botellines de agua mineral que solo dan para un par de tragos; nadie es perfecto...
Si ya existe una España que bebe Kas y otra que toma Fanta, los portugueses no conocen la marca Kas ni la Fanta de limón. En cambio si que tienen algunas especialidades inexistentes en nuestro país, como la Fanta de Maracuyá o la de piña (ananas). Si te apetece probarlas, las tienes en los bares y puedes encontrarlas en la mayor parte de supermercados.
Hubo un tiempo en el que Portugal solo conocía la Fanta de naranja, por lo que era extremadamente redundante pedirla con ese sabor, ya que era el único posible. Los españoles pedíamos algo que sonaba como "Coca cola de cola". Para mayor tranquilidad de los bebedores de refrescos, sí hay Schweppes de naranja y limón para lo que haga falta. Eso sí, para pedir una tónica hay que enunciar "agua tónica".
Lo que sí es especialmente de agradecer es que en la hostelería portuguesa se usen mayoritariamente botellas de refresco con un quinto de litro o incluso un cuarto, en contraste con el diminuto tamaño español de un octavo de litro. Tampoco es infrecuente que nos sirvan una lata con un tercio de litro, que no será tan elegante como la botella pero sí muy saciante. En contrapartida, Portugal comercializa botellines de agua mineral que solo dan para un par de tragos; nadie es perfecto...